Wu Shu (como deporte)

 

Este artículo trata acerca del Wushu como deporte. En relación al significado literal del término Wushu.

Wushu

Wushu
Pictograma del wushu.
Wushu
Una competición de wushu típico.
Chino tradicional 武術
Chino simplificado 武术
Literalmente: artes marciales

El wushu, conocido también como wushu moderno o wushu contemporáneo, es a la vez un deporte de exhibición y de contacto, derivado de las artes marciales de China. La International Wushu Federation (IWUF) convoca los Campeonatos Mundiales de Wushu cada dos años; el primer Campeonato Mundial se celebró en 1991 en Pekín. El wushu se compone de dos disciplinas: taolu (rutinas) y sanda (combate).

Las rutinas de taolu son patrones de ejercicios y maniobras de carácter gimnástico, basados en las Artes marciales de China, en base a los cuales se juzga a los competidores y se les asigna una puntuación según unas reglas específicas. Las rutinas comprenden movimientos básicos (posiciones, patadas, puñetazos, equilibrios, saltos y giros) relacionados con algún estilo tradicional de arte marcial chino y pueden ser modificados en orden a demostrar una mayor habilidad de tipo gimnástico (nandu). Las rutinas abarcan varias disciplinas, ya sean con armas como: palo (gunshu), sable (daoshu), lanza (qiangshu), espada (jianshu), etc., o sin armas o rutinas de exhibición de mano vacía, individuales y en grupo (chang quan, nan quan, duilian, etc.). Las formas de competición pueden variar en su duración entre 1 minuto 20 segundos, para los estilos «externos» (duros), hasta 5 minutos para los estilos «internos» (suaves).

Como deporte tradicional, el wushu forma parte de la herencia cultural del pueblo chino, que lo ha venido enriqueciendo a través de los siglos con sus movimientos elegantes y efectos saludables.

Historia

Su origen se remonta a tiempos prehistóricos, cuando nuestros antepasados usaban todavía instrumentos de piedra y madera que les servían a la vez como armas frente al ataque de las fieras o en las guerras tribales. Las experiencias adquiridas en los combates les hicieron comprender que para vencer al enemigo no bastaban algunas armas buenas; era necesario mejorar sus habilidades combativas mediante un entrenamiento intensivo en tiempos de paz.

Durante la dinastía Zhou (siglo XI-221 a.C), un deporte militar llamado jiaoli (lucha) se practicó junto con la ballestería y la conducción del carro.

En el período de los reinos combatientes (475-221 a.C.) surgieron numerosos estrategas que subrayaron la importancia del wushu para la formación de un ejército fuerte. En El arte de la guerra, el libro chino más antiguo aún conservado sobre las artes militares, su autor Sun Tzu señala: «Los ejercicios de combate contribuyen al fortalecimiento del estado físico de los soldados».

En aquella época no pocas mujeres figuraron entre los destacados maestros esgrimistas. Una de ellas, llamada Yuenyu, fue invitada por el emperador Goujian a formular sus teorías, que fueron altamente apreciadas por sus contemporáneos y las generaciones posteriores.

En las disnastías Qin (221-a.C.) y Han (206 a.C.-220) estuvieron en boga los torneos de shuobo (pelea) y jiaodi. Para practicar jiaodi, los contendientes se adornaban con cuernos vacunos en su cabeza. Además aparecieron dramas y danzas en las que con distintos tipos de armas, incluidos espadones y alabardas, seguían las pautas predeterminadas como las rutinas para el wushu de nuestros días.

En la dinastía Jin (265-420) y las del Sur y del Norte (420-589) el wushu recibió la influencia del budismo y el taoísmo. Ge Hong (284-364), famoso físico y filósofo taoísta, integró el wushu con el qigong (ejercicios de respiración), importante rama de la medicina tradicional china. Sus teorías acerca de la «acción externa e interna» del wushu han sido universalmente aceptadas hasta la fecha.

Filosofía del Wushu

Con frecuencia se dice que las artes marciales son un camino de vida, pero difícilmente se aclara qué significa ésto y cuáles son sus alcances.

En China la tradición filosófica se basa fundamentalmente en el taoísmo, confucianismo, y budismo, siendo los taoístas y budistas los cuales influyeron notablemente en la filosofía del Kung Fu. Por otro lado, el confucianismo fue la que más lo hizo en su estructura patriarcal, ya que su base fundamental se encuentra en la familia, siendo ésta estructura llevada al resto del orden social, según la cual, los miembros tienen jerarquía en función de su edad o antigüedad dentro de la familia. El respeto por los mayores es un rasgo saliente de la relación familiar.

En el Kung Fu Tradicional, ésto se ve aplicado por medio de la llamada «vida de Kung Fu», la cual es el aprendizaje a través de la convivencia con los otros practicantes de la escuela. Esta relación tiene dos aspectos:1) Relación Maestro – Discípulo y 2) Relación de Confraternidad.

  1. Relación Maestro – Discípulo (Si-To): Es la que se da entre el profesor y el alumno. Está basada en el respeto, lealtad y celo hacia el Maestro, el cual cumple la función de orientar al alumno en su práctica y crecimiento para comprender el arte. Constituye una guía para que el alumno desarrolle lo mejor de sí mismo (es así que a través de este proceso se llega a la maestría). Por otra parte, el alumno debe saber que el Maestro no es perfecto ni absoluto, simplemente se encuentra en un nivel superior por la experiencia acumulada, lo cual le permite ver las cosas más claramente.
  2. Relación de Confraternidad (Sihin-Dai): Cuando se ingresa a una escuela de Kung Fu Tradicional, aquellos más antiguos son denominados sihing (hombres) o sije (mujeres), y los más nuevos sidai (hombres) o simui (mujeres). Ya que el Maestro no puede atender a todos los alumnos personalmente en todos los detalles, los más nuevos son orientados por los más antiguos.

Esta orientación no se refiere tanto a la técnica como a cuestiones generales como la conducta, costumbres y procederes dentro del lugar de práctica. Por otra parte, el sidai/simui debe realizar todo el esfuerzo necesario para retribuir la gentileza respetando a su sihing/sije, siendo enriquecidos ambos en forma recíproca.

Estas dos relaciones trascienden el lugar de práctica llevándose a la vida diaria, transformándose en una «experiencia de vida». El conocimiento viene de la experiencia vivida, la cual no puede ser intelectualizada, sólo debe ser vivida y sentida. Sólo así puede desarrollarse el Kung Fu como una auténtica «filosofía de vida». Existen varios países integrando esta disciplina a sus deportes y entrenamientos diarios. Por ejemplo en Chile se creo la Federación Chilena de Wushu que busca promover este deporte a nivel nacional en sus diferentes edades: infantil, juvenil y adulto

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